12.2.09

TODO-NADA

Hay instantes en los que desearía que todo fuese nada y que mi nada empezara a llenarse de todo. Porque el vacío puede ser tan intenso que lo llene todo y el todo tan vacuo que parezca nada. Y yo me encuentro llena de nadas y vacía de todo. Y, aunque parezca un sinsentido, todo me deja vacía y nada me llena del todo. Porque el todo se reduce a nada cuando la nada lo llena todo.