25.5.17

A vivir que son dos días...

Dicen que la vida es una continua búsqueda, un aprendizaje, una enseñanza... Si he de ser sincera, yo recuerdo con más añoranza las vacaciones de estudiante que los períodos de estudio y exámenes. Cuando buscas es porque sientes que no tienes, que necesitas, que perdiste algo... Tal vez, sólo tal vez, no se trate de aprender, de buscar, si no de vivir con los obstáculos, las circunstancias, los miedos propios y ajenos, las pequeñas alegrías y las grandes tristezas y desilusiones. Tal vez, se trate de admitir de una vez por todas que ésa es la vida que te toca vivir, con todas sus consecuencias, te gusten o no. Que no puedes cambiar lo que se mueve y respira a tu alrededor, que sólo puedes cambiar tú y tu forma de ver lo que te rodea y te sucede, cambiar el enfoque, la manera de encajar las cosas, los desplantes, las decepciones, las malas contestaciones,... vivirlas sí, porque es lo que es, pero quitarles importancia, rebajar su peso, sin sufrir más de lo necesario, porque eso sí depende de ti. Tú decides la escala de sufrimiento, de importancia, las prioridades de tu vida y su momento. Recuerda, lo pasado ya no puede hacerte daño, tal vez te lo hizo en algún momento, pero ya pasó y no se volverá a repetir, no del mismo modo y, el futuro, aún no es y dependerá de lo que hagas ahora. Por lo tanto, ahora, VIVE, DISFRUTA, Y PASA DE PUNTILLAS POR DELANTE DE AQUELLO QUE NO QUIERES EN TU VIDA. CORRE, SALTA, GRITA, BAILA, RÍE, CANTA, DESCANSA, DUERME... ¡AMA!